Pilgrimage in the letters's world

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domingo, 2 de noviembre de 2014

Especial: Feria del libro (Diario íntimo - Miguel de Unamuno)


Por fin noviembre y ahora quedan sólo doce días para que inicie la Feria del libro que mencioné en mi entrada anterior.  Quiero comentar acerca de uno de los libros que compré el año pasado en dicha feria:

"Diario íntimo" (Miguel de Unamuno), recuerdo que ese día estaba mirando libros en los diversos stands, sin hallar aún alguno que llamase poderosamente mi atención, hasta que vi un pequeño libro con la portada que pueden ver en la imagen que acompaña a este post y cómo no interesarme ante semejantes palabras citadas en la presentación:

"Mi terror ha sido el aniquilamiento, la anulación, la nada más allá de la tumba"

Cómo no desear explorar un libro que contenga semejantes palabras ¿Terror inicial y luego esperanza? o ¿Terror y una desesperanza cada vez más grande?, abrí el libro, descubro que Unamuno es cristiano y compro el ejemplar. A continuación algunos de sus escritos que subrayé:

"Libre es quien puede recibir la divina gracia, y por ella salvarse"

"Hay que buscar la verdad y no la razón de las cosas, y la verdad se busca con la humildad".

"No hay música más grande ni más sublime que el silencio, pero somos muy débiles para entenderla y sentirla"

"Aprende a vivir en Dios y no temerás la muerte, porque Dios es inmortal".

"¿Qué han sido durante años las más de mis conversaciones? Murmuraciones. Me he pasado los días en juzgar a los demás y en acusar de fatuidad a casi todo el mundo. Yo era el centro del universo, y es claro, de aquí ese terror a la muerte. Llegué a persuadirme de que muerto yo se acababa el mundo.

Muchas veces he observado ese triste carácter de todas las conversaciones mundanas; el de que sean más que diálogos, monólogos entreverados. Los que conversan permanecen extraños entre sí, siguiendo cada cual su línea de pensamiento. No se escucha con atención benévola, impaciente por decir lo propio, que se cree siempre más importante que lo ajeno. Casi nunca se llega a la confusión de afectos, a la unión de intención, a la comunión de espíritu en lo que se conversa. Merece seria meditación eso de que sean tan frecuentes las interrupciones en las conversaciones mundanas; es un síntoma de una enfermedad dolorosísima.

No sucedería así si se conversara en Dios, sencilla y humildemente, haciendo de la conversación un acto de amor al prójimo, y procurando no hablar de sí mismo ni constituirse en centro del universo.

Esa santa confusión de afectos en que he soñado alguna vez sólo en Dios se cumple".

Descubrir a este autor ha sido magnífico para mi, he llegado a leer algunos artículos escritos por él, y veo que fue un hombre que vivió profundamente su fe en Cristo, que detestaba lo encasillaran en alguna denominación (¿Son necesarias?) y hay dos libros suyos que aún tengo pendientes: "La agonía del cristianismo" y "El sentido trágico de la vida"