Pilgrimage in the letters's world

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martes, 9 de septiembre de 2014

Tres visiones sobre la mitología

En esta ocasión quisiera mostrar brevemente la visión que poseen tres autores de tres libros que me han gustado especialmente, acerca de lo mitológico:

Jostein Gaarder "El mundo de Sofía"


En este libro él refleja una visión enfocada en el materialismo, aunque tiene razón cuando dice que las personas inventaban mitos para explicar los fenómenos naturales como la lluvia, el cambio de las estaciones, etc., pero leamos lo que él nos tiene que decir al respecto:

"Por todo el mundo ha surgido, en el transcurso de los milenios, una enorme flora de explicaciones míticas a las cuestiones filosóficas"

"Tanto en la religión nórdica como en la mayor parte de otras culturas, los seres humanos tenían la sensación de que había un delicado equilibrio de poder entre las fuerzas del bien y del mal".

"Así pues, el mito intenta dar a los seres humanos respuestas a algo que no entienden".

"Pero habría algo que explicar además del mito. A menudo, los seres humanos realizaron distintos actos religiosos relacionados con el mito. Podemos imaginarnos que la respuesta de los humanos a sequías o a malos años sería representar el drama que describía el mito."

"Los primeros filósofos griegos criticaron la mitología de Homero sólo porque los dioses se parecían mucho a los seres humanos y porque eran igual de egoístas y tan de poco fiar como nosotros. Por primera vez se dijo que quizás los mitos no fueran más que imaginaciones humanas."

C.S. Lewis "Perelandra Un viaje a Venus" (Segundo libro de la trilogía cósmica)


C.S. Lewis es más audaz y en su novela sobre Perelandra coloca la siguiente pregunta en la mente de su protagonista:

"¿Estarían todas las cosas que aparecían como mitología en la tierra diseminadas en otros mundos como realidades"

En esta historia, Perelandra (Venus) y Malacandra (Martes) son alíados del protagonista y a su vez son subordinados de Maleldil, ellos son del bando de los buenos, veamos aún más audacia:

"Con profunda maravilla pensó para sí: "Mis ojos han visto a Marte y a Venus. He visto a Ares y a Afrodita". Les preguntó cómo lo habían conocido los antiguos poetas de Tellus, la tierra. ¿Cuándo y a través de quién habían aprendido los hijos de Adán que Ares era un guerrero y que Afrodita surgía de la espuma del mar? La tierra había estado sitiada, era un territorio ocupado por el enemigo desde antes de empezar la historia. Los dioses no habían tenido tratos allí. Entonces ¿Cómo los conocíamos? "A través de un largo camino-le dijeron-, y de muchas etapas. Hay un medio ambiente mental además del espacial. El universo es uno: una tela de araña en la que cada mente vive a lo largo de todos los hilos, una vasta tribuna susurrante donde (salvo acción directa de Maleldil), aunque ninguna noticia viaje sin cambiar, tampoco ningún secreto puede mantenerse con rigor. En la mente del arconte caído bajo el que gime nuestro planeta, aún vive el recuerdo del Cielo Profundo y de los dioses que una vez lo acompañaron. Incluso en la materia misma de nuestro mundo, los rastros de la comunidad celestial no se han perdido por completo. El recuerdo pasa a través del útero y se cierne en el aire. La musa es algo real. Un aliente leve, como dice Virgilio, alcanza incluso a las últimas generaciones. Nuestra mitología se basa en una realidad más sólida de lo que soñamos, pero también está a una distancia casi infinita de ese origen. Y, cuando se lo dijeron, Ransom comprendió al fin por qué la mitología era lo que era: destellos de vigor celestial y belleza cayendo en una jungla de suciedad e imbecilidad. Le ardieron las mejillas por nuestra raza cuando contempló al verdadero Marte y la verdadera Venus y recordó las tonterías dichas sobre ellos en la Tierra."

John Milton "El paraíso perdido"

Su visión es parecida a la de C.S. Lewis, los dioses alguna vez pertenecieron al cielo y espiritualmente existen, sin embargo, nos muestra que la mitología posee un lado oscuro:



"De inmediato acuden los guías y capitanes de cada escuadrón y cada hueste adonde se hallaba su jefe supremo. Se parecían a los dioses por su estatura y formas, superiores a las humanas; príncipes reales, potestades que en otro tiempo ocupaban tronos en el cielo, aunque en los anales celestes no se conserve ahora memoria de sus nombres, borrados ya, por su rebelión del libro de la vida. No habían adquirido aún denominación propia entre los hijos de Eva; pero cuando errantes sobre la tierra, con permiso de Dios para probar al hombre, corrompieron a la mayor parte del género humano a fuerza de engaños, induciéndolos a que abandonara a su Creador, a que venerara a los demonios como deidades, y a transformar con frecuencia la gloria invisible de Aquel a quien debían el ser en la imagen de un bruto, para tributarle brillantes cultos de pomposa adoración y oro; entonces fueron conocidos con varios nombres y bajo las formas de varios ídolos en el mundo pagano"

Considero que las tres visiones son complementarias entre sí, el hecho de que los fenómenos de la naturaleza posean causas físicas no es motivo para rechazar lo sobrenatural.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Contracorriente (I)



"Espero muy poco para el enriquecimiento del tesoro espiritual del género humano de aquellos hombres o de aquellos pueblos que por pereza mental, por superficialidad, por cientificismo, o por lo que sea, se apartan de las grandes y eternas inquietudes del corazón. No espero nada de los que dicen: "¡No se debe pensar en eso!", espero menos aún de los que creen en un cielo y un infierno como aquel en que creíamos de niños, y espero todavía menos de los que afirman con la gravedad del necio: "Todo eso no son sino fábulas y mitos, al que se muere lo entierran, y se acabó. Sólo espero de los que ignoran, pero no se resignan a ignorar, de los que luchan sin descanso por la verdad y ponen su vida en la lucha misma más que en la victoria" (Miguel de Unamuno)